Hay una palabra que aparece en la mente de todos cuando pensamos en las Islas
Canarias, y esa palabra sin lugar a dudas es SOL. Algo tan sencillo y al mismo
tiempo tan poderoso que ha atraído a numerosos visitantes de todo el mundo a estas islas desde
la Antigüedad clásica.
No es casualidad. Este archipiélago de origen volcánico situado en medio del océano Atlántico
presume de unas condiciones climáticas que hacen de él uno de los destinos
turísticos más populares de nuestro país.
Con una media de 28ºC en agosto y 22ºC en invierno, su clima subtropical de
temperaturas suaves y estables, sumadas a sus cielos despejados de escasas precipitaciones,
permiten disfrutar de innumerables horas de luz y hacerlo además en mangas de
camisa prácticamente todos los días del año. Una dosis extra de vitamina D muy
beneficiosa que fortalece nuestro organismo y estado de ánimo, como demuestran diferentes
estudios.
Este agradable clima da lugar a una gran diversidad biológica que hará las
delicias de los amantes de la naturaleza salvaje. Con el 40% de espacio protegido, las Islas
Canarias ofrecen un espectacular paisaje que aúna volcanes, bosques, cascadas,
acantilados y dunas de arena a descubrir por los más intrépidos.